Ilumina tus cuadros y fotografías con LEDs
Hoy en Compratuled traemos algo que a los amantes de la decoración y el arte os encantará.
Los cuadros, los retratos, las pinturas y las fotografías aportan muchísima personalidad a una casa y pueden resaltar aún más el estilo con el que esté decorada una estancia o crear el contrapunto perfecto, además de ser el centro de todas las miradas.
En cuanto a lo que nosotros nos concierne, la iluminación juega un papel fundamental a la hora de sacar el máximo partido a los colores, las formas y los dibujos de tus obras de arte. Por eso hoy te vamos a enseñar de qué forma puedes iluminar cuadros y fotografías, focalizando la atención de la gente sobre estos elementos de decoración tan socorridos.
Cómo iluminar cuadros, obras de arte, ilustraciones, fotografías y pinturas
Qué debemos tener en cuenta a la hora de la iluminación
Antes de nada, debemos saber que hay muchas formas de iluminar un cuadro y muchas de ellas son válidas. Lo más importante a la hora de iluminar un marco es no crear sombras extrañas. Para ello utilizaremos una iluminación con un haz de luz uniforme y de gran precisión, que sea dirigible y direccionable al punto que queremos destacar y con un ángulo cerrado de 30º a 80º.
Además, es de suma importancia que se utilice iluminación LED, ya que no emite rayos UV que puedan deteriorar el lienzo, la pintura o la fotografía. Además, al ser de bajo consumo, las puedes mantener encendidas por mucho tiempo sin que repercuta en tu factura de la luz.
Algo muy recomendable es que la bombilla tenga un índice de Reproducción Cromática (CRI) muy elevado, de 85 o superior, para que reproduzca los colores fielmente. Cuanto más alto sea el índice, más se acercará al color real y cuanto más se aleje del 100, más distorsión habrá de los colores. En concreto, te recomendamos nuestra Serie Real Color, con un CRI>95, como nuestra bombilla dicroica LED GU10 Real Color Series de 6W, disponible en blanco natural o blanco cálido.
Sobre la temperatura de la luz, dependerá del ambiente o sensación que quieras crear: Para cuadros con una temática más clásica o la recreación de un ambiente más relajado, cómodo, acogedor e íntimo, diseñado para el descanso, es recomendable utilizar una temperatura de color en blanco cálido. Si por el contrario quieres utilizar una temática más actual y moderna o crear un estado de energía y optimismo, puedes utilizar una temperatura de color en blanco neutro. Eso sí, la temperatura de color en blanco frío te aconsejamos que lo utilices solo en la cocina o zonas de estudio de forma más puntual. No obstante, si quieres más información sobre la relación entre la temperatura de color y el CRI, puedes hacer clic en el enlace.
Dependiendo de si queremos que la iluminación tenga una doble función, es decir, que sea iluminación decorativa, o que solo sea funcional, elegiremos artículos más visibles que otros. Si lo que queremos es que la iluminación pase completamente desapercibida y que solo se acentúe el cuadro, optaremos por diseños más minimalistas y empotrables, para que los puntos de luz destaquen lo menos posible. Si queremos que la iluminación juegue un papel más importante, siempre podemos elegir elementos más recargados y con una estética más llamativa.
En cuanto a la ubicación, puede estar arriba del cuadro, en el techo, en los laterales o abajo. Lo más importante es que no cree sombras que entorpezcan la visión del mismo, incluso cuando nos situamos delante para observarlo. Sabremos que hemos iluminado la obra de arte correctamente cuando podamos apreciar todos los detalles, elementos y colores.
Para evitar que la pintura o el lienzo se degrade, aplicaremos un filtro protector, ya sea un cristal para cuadros o un barniz especial, para que los colores no se vean deslucidos o apagados, ya que se puede desgastar el material o el pigmento al permanecer mucho tiempo expuesto a la luz.
Si vamos a optar por un cristal específico para proteger nuestros cuadros, tendremos que tener muy presente la inclinación de la luz y su intensidad y brillo, ya que si es muy potente o tiene un ángulo incorrecto, creará reflejos en la superficie. Por esto, te recomendamos que utilices unas bombillas regulables en intensidad y colocarlas de 30º a 45º.
Tipos de iluminación para el arte
Hay multitud de formas de iluminar un cuadro, entre ellas, las mejores opciones son:
- Focos LED de techo direccionables: De esta forma, los podemos focalizar hacia lo que queremos iluminar de una forma concreta y así, orientarlos hacia el cuadro. Gracias a los focos LED de techo podremos destacar la textura del cuadro, lienzo o pintura, ya que la luz proviene de arriba. Podemos distinguir entre los focos en superficie, si queremos que la iluminación forme parte de la decoración, focos empotrables, si queremos que el punto de iluminación pase totalmente desapercibido o los focos de carril, si necesitamos iluminar varias obras como en una galería de arte.
- Apliques de pared para LED: Estos apliques los podemos colocar tanto en los laterales como arriba o abajo del cuadro, dependiendo del efecto que queramos crear, teniendo cuidado de no proyectar sombras indeseadas si el aplique es demasiado voluminoso.
- Lámparas de pared con LED integrado: Hay lámparas con diferentes potencias, flujos lumínicos, lúmenes y acabados.
- Tiras LED: Se pueden colocar debajo o alrededor de todo el marco del cuadro. Estas tiras proporcionan una fuente de iluminación muy discreta pero moderna, creando el efecto de que el cuadro se retroilumine o la luz aparezca de detrás.
Esperamos que este artículo para iluminar tus cuadros, fotografías y demás obras de arte te haya sido de mucha utilidad.
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